Si tienes poco tiempo, un resumen:
—La ciencia sigue en búsqueda de tratamientos efectivos contra la COVID-19 para complementar la vacunación.
—La empresa Merck ya solicitó una autorización de uso de emergencia para su tratamiento antiviral.
—Pfizer trabaja en una pastilla antiviral que las personas puedan tomar en casa ante los primeros síntomas después de la infección.
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El avance de la vacunación contra la COVID-19 ha permitido a muchos regresar a una situación parecida a cómo era la vida antes de la pandemia, pero algunos de los laboratorios más grandes del mundo siguen trabajando en otros medicamentos para combatir la enfermedad. Aquí te contamos en qué fase de desarrollo se encuentra cada uno.
El molnupiravir
La empresa Merck informó este lunes que ha solicitado a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) una autorización de uso de emergencia para su tratamiento antiviral experimental contra la covid-19, el molnupiravir.
"Ninguno de estos medicamentos puede suplantar a las vacunas, pero es importante tenerlos para proteger a personas con riesgo de complicarse". Elmer Huerta, experto en salud pública.
Si se concede la autorización, sería el primer tratamiento antiviral oral para combatir la enfermedad. "En el análisis intermedio, molnupiravir redujo el riesgo de hospitalización o muerte en aproximadamente un 50%", aseguró la compañía. La dosis de molnupiravir es de cuatro píldoras de 200 mg del medicamento tomadas dos veces al día durante cinco días. Esto supone un total de 40 píldoras para un curso de tratamiento ante los primeros síntomas.
"No es lo perfecto que quisieramos, tiene 50% de efectividad en impedir el agravamiento, pero me parece que está en el camino correcto", dijo el doctor Elmer Huerta, experto en salud pública, a la CNN. "Ninguno de estos medicamentos puede suplantar a las vacunas, pero es importante tenerlos para proteger a personas con riesgo de complicarse, como personas con obesidad, enfermedades cardiovasculares, problemas autoinmunes, personas que estén recibiendo tratamiendo de hemodiálisis. Estas personas sin un tratamiento pueden llegar a cuidados intesivos y fallecer".
La pildora de Pfizer
La farmacéutica Pfizer comenzó a desarrollar a inicios de año una pastilla antiviral que las personas puedan tomar en casa ante los primeros síntomas después de la infección. La compañía anunció a inicios de setiembre la fase 2/3 con 1140 participantes que recibirían la píldora de Pfizer y una “dosis baja” de Ritonavir, un medicamento más antiguo usado ampliamente en tratamientos combinados para la infección por VIH o hepatitis C.
“Se espera que la coadministración con una dosis baja de Ritonavir ayude a ralentizar el metabolismo, o degradación de la píldira de Pfizer, para que permanezca en el cuerpo durante períodos más prolongados de tiempo en concentraciones más altas, trabajando así continuamente para ayudar a combatir el virus”, explicó la farmacéutica en su comunicado.
Los participantes en el ensayo aleatorio doble ciego recibirán el fármaco o placebo por vía oral cada 12 horas durante cinco días. La compañía también planea probar el medicamento durante períodos de 10 días y entre personas que han tenido contacto estrecho con contagiados.
Anticuerpos monoclonales
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el 26 de setiembre el uso combinado de los fármacos casirivimab e imdevimab, que utilizan anticuerpos monoclonales, para tratar casos no graves de COVID-19 en riesgo de hospitalización, aunque pidió a la firma que los fabrica que facilite su acceso, dado su alto coste. La OMS también recomienda el tratamiento para pacientes graves y críticos, pero solo si no han montado su propia respuesta de anticuerpos.
Se trata del primer tratamiento recomendado por la OMS en casos no graves de COVID-19 y se basa en las nuevas pruebas de tres ensayos que aún no han sido revisados por pares, pero que parecen prometedores. Hasta hora, la OMS solo tenía dos fármacos en su lista, y únicamente para pacientes en estado grave: la dexametasona (de bajo precio y disponibles en todo el mundo) y antagonistas de interleucina-6, mucho más caros.











