
Las 5 fake news de la COVID-19 que marcaron el 2020
La ciencia responde a las noticias falsas que surgieron en torno al coronavirus. ¿Dióxido de cloro? ¿Vacunas con chip? ¿El virus se escapó de un laboratorio?

A medida que el recuento mundial de infecciones por SARS-CoV-2, que da origen a la COVID-19, ya supera los millones de infectados con centenares de miles de muertos en todo el mundo, en las redes sociales se han ido produciendo noticias falsas (fake news), que son aceptadas por amplios sectores de la población. Recordamos cuáles fueron las más descabelladas del 2020 y las desmontamos, una vez más, con voces de la ciencia.
1. Dióxido de cloro, fórmula milagrosa: FALSO
El principal promotor del dióxido de cloro (CDS) fue el alemán Andreas Kalcker, quien se autonombra biofísico aunque sus títulos son de una universidad sin ningún aval académico que hasta 2015 vendía certificaciones con sello de La Haya. Kalcker afirmó en su sitio web que consumir CDS libera oxígeno y cura cualquier tipo de enfermedad: desde gripe hasta cáncer y desde COVID-19 hasta VIH.
Miles de seguidores en redes sociales aseguran haberse recuperado tras consumir el CDS y circulan videos de ellos mismos tomando dióxido de cloro y midiendo sus niveles de oxígeno con un oxímetro. Sin embargo, ninguna institución sanitaria reconoce este producto como medicamento. "No hay ninguna evidencia científica que apoye su seguridad o eficacia, y presenta riesgos considerables a la salud de los pacientes", aseguró la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés).
Recordemos que el CDS es una solución al 28% de clorito de sodio en agua destilada. Se usa como blanqueador y para descontaminar superficies industriales, ya que se asemeja a la lejía o el cloro. "Es un desinfectante comercial que en ningún caso debería ingerirse", dijo a BBC Mundo Miguel Ángel Sierra Rodríguez, catedrático de Química de la Universidad Complutense de Madrid.
“Debido a la desinformación y a las fake news, muchas personas se han hecho daño al automedicarse con productos químicos o tóxicos o medicamentos peligrosos. (...) Aún la vacuna más eficaz fracasará si el público no confía en ella”. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.
2. Ivermectina para prevenir la enfermedad: FALSO
La inclusión de la ivermectina -un antiparasitario originalmente para uso veterinario- para prevenir la COVID-19 se remonta al artículo científico ‘The FDA-approved drug ivermectin inhibits the replication of SARS-CoV-2 in vitro’, publicado en la revista ‘Antiviral Research’, en abril del 2020. Un grupo de médicos en Australia reveló que la intervención con ivermectina en cultivos de células in vitro redujo la reproducción del virus SARS-CoV-2 en un experimento de laboratorio. No obstante, concluyeron que es necesario evaluar la efectividad y seguridad del medicamento en estudios clínicos en humanos.
Pese a que algunas personas difunden esta idea, no existe ninguna evidencia que sostenga esto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado que “hasta ahora ningún medicamento ha demostrado prevenir o curar esta enfermedad”. Diversas instituciones de todo el mundo afirman lo mismo. La FDA ha indicado que “aunque existen usos aprobados para la ivermectina en personas y animales, no está aprobada para la prevención o el tratamiento del COVID-19”.
Sin embargo, en Perú el Ministerio de Salud (MINSA) indica que “aún cuando el nivel de la evidencia es bajo”, ha dejado en consideración de los doctores recetar ivermectina en casos leves de la enfermedad, en pacientes que se consideren de alto riesgo (obesidad, diabetes, problemas cardíacos). ¿Por qué? Por recomendación del grupo de expertos que conforman el Comando COVID-19, que consideran que en el futuro podría confirmarse la evidencia de que este medicamento es útil para combatir la enfermedad.
"No existe a nivel mundial algo que indique que podamos usar la ivermectina de manera profiláctica (preventiva). Sé que hay muchas personas que toman su pastilla cada semana (para prevenir la COVID-19). No hay ningún sustento para que lo sigan haciendo". Pilar Mazzetti, ministra de Salud
Eso sí, se destaca que en ningún caso las personas deben automedicarse con ivermectina, que este no es un tratamiento preventivo y advierte que es especialmente peligroso el consumo de la variante para uso veterinario.
3. Bill Gates y la vacuna con chip: FALSO
En marzo de este año, Bill Gates participó de una ronda de preguntas sobre la COVID-19 en Reddit.com. En aquella oportunidad dijo: “Eventualmente, tendremos algunos certificados digitales para mostrar quién se recuperó o se hizo la prueba recientemente o cuando tengamos una vacuna: quien la recibió".
Gate habló de “certificados digitales” en los registros médicos de cada persona, pero nunca de inyectar microchips a nadie. La declaración fue tergiversada hasta convertirse en una mentira recurrente entre algunos antivacunas y personas dadas a creer toda clase de teorías conspirativas. ¿Pero es realmente posible que se nos implante un chip?
Las autoridades médicas del mundo y diversos especialistas se han cansado de repetir que eso es falso, ya que no existe tecnología capaz de inocular un microchip en el cuerpo humano y que una operación de este tipo es probablemente mortal.
4. Vacunas causan daños: FALSO
Todas las instituciones y autoridades médicas del mundo coinciden: las vacunas son seguras. Antes de ser aprobadas pasan por rigurosas pruebas en diferentes fases de ensayos clínicos, además de que siguen bajo evaluación una vez que comienza su comercialización.
Debido al auge de los movimientos antivacuna, han aumentado los casos de sarampión en el mundo. A principios de 2019, se reportaron en Europa 83 mil casos de esta enfermedad, casi tres veces más que en el mismo periodo del año anterior, reportó la OMS.
“Aunque una sola lesión grave o muerte causada por las vacunas ya son demasiadas, los beneficios de la vacunación superan largamente los riesgos, y sin vacunas habría muchos más casos de enfermedad y muerte”, indica la organización en su página web.
5. El virus se escapó de un laboratorio: FALSO
El presidente estadounidense, Donald Trump, dio alas a la teoría de que el nuevo coronavirus se escapó -como sucedió con uno en 2004- de un labotarorio chino, esta vez del Instituto de Virología de Wuhan, donde investigan desde hace años con virus similares de los murciélagos.
El genetista Rasmus Nielsen explicó a El País lo que quiere decir la palabra “similar”. Se parecen “más o menos como una persona y un cerdo”, resume. Nielsen, de la Universidad de California en Berkeley (EE UU), habló del nuevo coronavirus —denominado SARS-CoV-2— y del virus del murciélago RaTG13, investigado oficialmente en el Instituto de Virología de Wuhan. “El SARS-CoV-2 no es una cepa del RaTG13 escapada del laboratorio”, zanjó en su cuenta de Twitter.