COVID-19: ¿Por qué la vacunación en Europa no está saliendo como se esperaba?

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El Reino Unido ha sido uno de los protagonistas de la pandemia del coronavirus en las últimas semanas. No solo fue el primer país que empezó con la campaña de vacunación masiva de la mano de Pfizer y BioNTech, sino que también vio como se originaba y expandía en su territorio una mutación del SARS-CoV-2 mucho más contagiosa que la que el mundo conocía. El producto final no ha sido el esperado.

El 8 de diciembre, Margaret Keenan, una mujer de 90 años se convirtió en la primera británica en recibir la vacuna. En la primera semana, más de 137 mil personas recibieron la primera dosis. El ritmo diario, entre los más de 750 centros médicos por todo el país que participan en la campaña, es de unas 40 mil dosis, un número que se rebajó a 36 mil durante la semana navideña. 

Como resultado, a pesar de los esfuerzos, según los datos recopilados por la página web Our World In Data, el Reino Unido solo habría vacunado a un 1,39% de su población de casi 67 millones de personas. Un número que podría ser nada despreciable si el país no estuviera en el peor momento de su tercera ola, la cual se ha salido de control llegando a 58 mil casos en un solo día.

¿Qué pasó? Esta nueva variante le ha ganado en rapidez al ritmo de vacunación. Desesperadamente, el Gobierno no solo ha ordenado una vez más la cuarentena total, sino que también ha tomado una decisión arriesgada: usar todas las vacunas en solo la primera dosis, lo cual no promete un alto nivel de protección ni tampoco inmunidad por un largo tiempo. La proyección es colocar la segunda dosis recién a las 12 semanas y no a los 21 días como estaba previsto. 

¿Y el resto de países? 

En la Unión Europea, la vacunación empezó semanas más tarde, el 27 de diciembre. Sin embargo, poco se ha podido hacer, de momento, para acelerar el proceso. En España, se han administrado alrededor de 100 mil dosis, el 27% de las recibidas. Esto quiere decir que solo el 0,2% de la población la ha recibido. A este ritmo a fin de año no se habrá vacunado ni a la mitad de la población. 

Los datos de la inmunización española están al nivel de Italia, que ha inoculado una cuarta parte de las vacunas que ha recibido hasta la fecha, con cerca de 119 mil inyecciones del total de casi 480 mil dosis que han llegado hasta el 1 de enero.

Francia, el país con el mayor movimiento antivacunas de Europa, con solo un 40% de los ciudadanos dispuestos a vacunarse, solo había inyectado a 516 personas hasta el 1 de enero. El presidente Emmanuel Macron, que en su discurso de fin de año aseguró que no tolerará una “lentitud injustificada”, se ha mostrado muy molesto con este número y ordenó pisar el acelerador desde esta semana. 

“Es una cuestión de capacidad de producción, un problema al que se enfrentan todos”. Eric Mamer, vocero de la Comisión de la UE

En Alemania, a pesar haber administrado más de 238.000 vacunas hasta el domingo, según el Instituto Robert Koch, las críticas por la lentitud del proceso de inmunización también arrecian. La oposición considera que el Gobierno de Angela Merkel ha pedido pocas dosis para un país con 83 millones de habitantes. 

El caso Israel: el otro lado de la moneda

Israel, con una población pequeña de 9 millones de personas, lidera las vacunaciones contra el COVID-19 a nivel mundial con el 14,1% de su población ya inmunizada. A esta velocidad, el país confía en que dos millones de personas habrán recibido las dos dosis a finales de enero. 

El país inició las jornadas de vacunación el 19 de diciembre y está aplicando inyecciones a unas 150.000 personas al día, dando prioridad a los mayores de 60 años, los trabajadores del sistema de salud y las personas vulnerables.

Esto se ha podido lograr gracias a un sistema de salud pública muy eficaz y digitalizada, y un personal muy bien remunerado. Además, se aseguraron temprano con las vacunas de Pfizer y prepararon su sistema de distribución (las dosis deben almacenarse a -70 °C) para enviar lotes a comunidades remotas.

También emitirán un pasaporte verde para los ciudadanos israelíes que hayan sido inmunizados con dos dosis de la vacuna. Este documento permitirá a su poseedor poder viajar sin tener que someterse a cuarentena y acudir a restaurantes, eventos culturales u otros encuentros públicos. 

En el Perú, mientras tanto, no hay certezas sobre la compra de vacunas. Sin embargo, las diferentes campañas en el mundo pueden dejarnos una lección: comprar las vacunas es solo el primer paso. La velocidad de la aplicación y el abastecimiento de dosis son solo algunos de los diferentes retos que hay que asumir y combatir para ponerle fin a la pandemia. 

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