Es importante mentalizarse de que a partir de los 50 años (o de los 40 si se tienen antecedentes familiares de cáncer de próstata), los hombres deben acudir una vez al año al urólogo para realizar un examen de próstata y descartar este tipo de cáncer, teniendo en cuenta que es el de mayor prevalencia para ellos.
¿En qué consiste? No hay una prueba estándar para detectar el cáncer de próstata. A continuación se describen dos pruebas que se usan comúnmente en busca de síntomas que permitan un tratamiento temprano en caso de enfermedad.
Prueba del antígeno prostático específico (PSA)
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) explican que se trata de un análisis de sangre que mide el nivel del PSA en la sangre. El PSA es una sustancia que produce la próstata. Los niveles del PSA en la sangre pueden ser más elevados en los hombres que tienen cáncer de próstata.
Sin embargo, el PSA puede aumentar por diversas causas. Su médico es la persona más indicada para interpretar los resultados de la prueba del antígeno y podría recomendar una biopsia para determinar si tienes cáncer de próstata.
Tacto rectal
Este examen es el que suele causar rechazo en los hombres, ya sea por miedo, tabú o incomodidad. El proveedor de atención médica realiza el tacto rectal al insertar un dedo enguantado y lubricado en el recto del hombre. Toma muy pocos segundos y puede detectar anormalidades en la próstata que se pueden traducir en cáncer.
Los estudios de imágenes, sobre todo la resonancia de próstata, puede indicar si hay o no alguna lesión sospechosa, pero es un examen auxiliar.
Recuerda, la mejor prevención es acudir anualmente a una cita con el especialista de urología para llevar el control sobre la salud de tu próstata.