El 20 de mayo de 1983 se identificó oficialmente el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) que provoca el sida, uno de los más graves problemas de salud pública del mundo, especialmente en los países de ingresos bajos o medianos. Han pasado casi 40 años y el mundo sigue esperando una forma de prevenir o curar esta enfermedad, algo para lo que muchos no encuentran una explicación a raíz del despliegue de tecnología y recursos para conseguir las vacunas contra el COVID-19 en tiempo récord.
¿Por qué es tan difícil de combatir?
El Dr. Mauricio González, médico del Metropolitan Hospital en Nueva York, explicó una particularidad que tiene este virus es que se reproduce y muta demasiado rápido para que los anticuerpos sean eficaces. "No solo elude de manera alucinante a los anticuerpos neutralizantes sino que la variabilidad del VIH en un solo individuo infectado es mayor que toda la variabilidad de virus de influenza en todo el mundo en una sola temporada", dijo a CNN.
"La variabilidad del VIH en un solo individuo infectado es mayor que toda la variabilidad de virus de influenza en todo el mundo en una sola temporada". Dr. Mauricio González, médico del Metropolitan Hospital en Nueva York.
Por otro lado, no hay modelos humanos que muestren que existe una cura para el VIH, y eso es un obstáculo más. “Una de las razones por las que no hemos conseguido una vacuna es que ningún ser humano se ha curado nunca del VIH”, comentó Larry Corey, el investigador principal de la Red de Pruebas de Vacunas contra el VIH, a El País. “Cero entre 72 millones. En cada enfermedad contagiosa hay al menos alguna persona que se cura sola, pero no es el caso con el VIH.Es más eficaz que cualquier otro virus”.
Hasta ahora se han realizado cinco ensayos de eficacia de la vacuna de fase 3 a gran escala contra el VIH. "Desafortunadamente no han dado resultados alentadores. Sin embargo, ahora mismo se está llevando a cabo un estudio muy grande en varios lugares del mundo, particularmente de Latinoamérica, con la famosa tecnología 'Mosaico', esperando que tenga buenos resultados, lo sabremos mejor en 2023", agregó González.
Un nuevo intento
El proyecto denominado 'Mosaico' es desarrollado por Janssen, parte de la farmacéutica Johnson & Johnson, y liderado por la Red de Ensayos de Vacunas contra el VIH. El Perú es uno de los países que albergan los ensayos clínicos con más de 900 participantes hasta el momento. Otros son Argentina, Brasil, España, Estados Unidos, Italia, México y Polonia.
Es la primera vez en 10 años que una candidata llega a última fase de ensayos clínicos. El anterior intento acabó en 2009 cuando se vio que solo evitaba un 30% de las infecciones. Janssen utiliza el mismo prototipo utilizado en su vacuna COVID.
Según la OMS, 37,9 millones de personas en todo el mundo viven con la enfermedad, y de ellas, 23,3 millones tienen acceso a terapias antirretrovirales (TAR), el mejor tratamiento actualmente disponible.
"Hemos estado hablando de una vacuna para el VIH durante mucho tiempo, pero espero que esta nueva energía que se ha puesto para encontrar una vacuna para la COVID-19 acelere algunos de estos progresos y que quizá haya nuevas lecciones que puedan aplicarse", comentó Ninan Varughese, director de la oficina de ONUSIDA en Nueva York.
En paralelo, otras compañías han anunciado que probarán vacunas contra el VIH basada en ARNm, la nueva tecnología que tan buenos resultados ha dado en la lucha contra la COVID.
Sobre el VIH y el Sida
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el VIH infecta a las células del sistema inmunitario, alterando o anulando su función. La infección produce un deterioro progresivo del sistema inmunitario, con la consiguiente "inmunodeficiencia". Se considera que el sistema inmunitario es deficiente cuando deja de poder cumplir su función de lucha contra las infecciones y enfermedades.
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida) es un término que se aplica a los estadios más avanzados de la infección por VIH y se define por la presencia de alguna de las más de 20 infecciones oportunistas o de cánceres relacionados con el VIH.
El VIH puede transmitirse por las relaciones sexuales vaginales, anales u orales con una persona infectada, la transfusión de sangre contaminada o el uso compartido de agujas, jeringuillas u otros instrumentos punzantes. Asimismo, puede transmitirse de la madre al hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia.











