Cerca de 736 millones de mujeres en el mundo (es decir, una de cada tres) es víctima de violencia física o sexual, informaron este martes la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONU Mujeres, aunque es probable que, en la práctica, estas cifras sean mucho mayores dado que no todos los abusos son denunciados.
Las agencias explican que la forma de violencia más frecuente, por una gran diferencia, se da por medio de un compañero íntímo. Sin embargo, el 6% de mujeres refieren haber sido agredidas sexualmente por personas que no son ni su marido ni un compañero íntimo.
"La violencia contra la mujer es endémica en todos los países y culturas. Es dañina para millones de mujeres y para sus familiares y se ha visto exacerbada por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, no disponemos de vacunas para ponerle freno", aseguró el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
"Solo podremos hacerle frente si los gobiernos, las comunidades y las personas adoptan medidas y las integran plenamente con el fin de cambiar actitudes perjudiciales, mejorar el acceso a las oportunidades y los servicios para las mujeres y las niñas y fomentar las relaciones saludables y de respeto mutuo". Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS
Las regiones que presentan las mayores tasas de prevalencia de la violencia de pareja entre las mujeres de 15 a 49 años son las de Oceanía, Asia meridional y África subsahariana, con unos índices que oscilan entre el 33% y el 51%, mientras que las tasas más bajas se registran en Europa (16-23%), Asia central (18%), Asia oriental (20%) y Asia sudoriental (21%).
Dice la OMS que para prevenir la violencia es preciso solventar las desigualdades económicas y sociales sistémicas, velar por el acceso a la educación y al trabajo seguro e introducir cambios en las normas y las instituciones que discriminan por motivos de género.
"Solo podremos hacerle frente si los gobiernos, las comunidades y las personas adoptan medidas y las integran plenamente con el fin de cambiar actitudes perjudiciales, mejorar el acceso a las oportunidades y los servicios para las mujeres y las niñas y fomentar las relaciones saludables y de respeto mutuo", agregó el director de la OMS.
Hay también otras intervenciones eficaces, como los programas para las mujeres que han sobrevivido a actos violentos, prestar apoyo a las organizaciones de mujeres, hacer frente a las normas sociales que perpetúan las desigualdades, reformar las leyes discriminatorias y potenciar los mecanismos jurídicos pertinentes, entre muchas otras.











