Nuevos casos de leishmaniasis encienden alertas: urge reforzar la prevención ante la llegada del verano en el país 

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La reciente confirmación de más casos de leishmaniasis en regiones como Amazonas vuelve a evidenciar las brechas en vigilancia y control de enfermedades metaxénicas en el Perú. 

La aparición de nuevos casos de leishmaniasis en Chachapoyas, confirmada por la Dirección Regional de Salud (Diresa) Amazonas, vuelve a encender las alarmas locales y nacionales. Según datos oficiales recogidos por Latina, en lo que va del año la región Amazonas ya registra 177 casos, con mayor incidencia en Luya (51) y en Chachapoyas (44). 

De acuerdo con el director regional de salud, Jorge Ojeda, los equipos de salud vienen realizando evaluaciones clínicas y coordinaciones con autoridades para asegurar el tratamiento oportuno. Aunque manifestó que existe disponibilidad de insumos médicos para tratar a las personas afectadas, también evidencia la necesidad de redoblar los esfuerzos en vigilancia de manera temprana. 

Una enfermedad desatendida que afecta a los más vulnerables 

A nivel nacional, la leishmaniasis continúa siendo una enfermedad endémica que impacta de manera particular a las poblaciones rurales y de menores recursos. La Organización Panamericana de la Salud (OPS), en un reciente comunicado, informó que hasta la semana epidemiológica 42 (inicios de noviembre), el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) reportó 3,292 casos acumulados de leishmaniasis cutánea, con mayor incidencia en Madre de Dios, Cajamarca, Cusco y Junín. 

Aunque las personas entre 30 y 59 años concentran la mayoría de los casos –especialmente varones-, los niños también se ven afectados debido a su participación en actividades agrícolas o a la presencia del mosquito vector en el entorno domiciliario. 

Según la OPS, el incremento sostenido en los últimos años está vinculado a determinantes sociales y ambientales: pobreza, acumulación de residuos cercanos a las viviendas y los efectos del cambio climático, situaciones que favorecen la proliferación del vector transmisor. Bajo el enfoque de “Una Sola Salud” (One Health), el organismo impulsa estrategias que integran la salud humana, animal y ambiental.  

Acciones integrales y avances recientes 

La OPS, en coordinación con el Ministerio de Salud (MINSA) y Diresas de regiones endémicas como Amazonas, Cusco, Madre de Dios y Cajamarca, está fortaleciendo la búsqueda activa de casos, el diagnóstico y el tratamiento temprano, especialmente en niños. Asimismo, se están realizando labores de identificación del vector mediante trampas CDC e intervenciones ambientes orientadas al mantenimiento y limpieza de viviendas. 

El comunicado oficial también destaca la donación de máquinas de termoterapia, calibradores digitales y medicamentos como Miltefosina, lo que ha permitido mejorar el abordaje de casos no complicados y brindar alternativas terapéuticas para niñas y niños que no respondieron al tratamiento parenteral (administración de medicamentos sin pasar por el tracto digestivo). 

Prevención: la deuda pendiente del sistema de salud 

La actual alerta por leishmaniasis se suma a una preocupación mayor: las deficiencias estructurales en la vigilancia epidemiológica de enfermedades metaxénicas. En una reciente publicación de Gabriel Carrasco, director de InnovaLab – Laboratorio de Innovación en Salud de la Universidad Peruana Cayetano Heredia para Infobae, el especialista advirtió que el país mantiene una tendencia preocupante: “no basta con ejecutar el presupuesto, ni siquiera con hacerlo casi en su totalidad. La forma en que se gasta importa más que el simple porcentaje de ejecución”. 

Carrasco remarcó que, pese a presupuestos elevados en varias regiones, enfermedades como dengue, malaria y leishmaniasis continúan avanzando, lo que evidencia la necesidad de fortalecer la prevención comunitaria y la respuesta temprana. Sus reflexiones también coinciden con los recientes reportes de la Gerencia Regional de Salud de Lambayeque, publicados por La República, que advierten que la región requiere más de S/3 millones de presupuesto para prepararse ante un posible repunte de dengue. 

Prepararnos para el verano 

La proximidad del verano, temporada históricamente asociada con un aumento de casos de dengue y otras enfermedades transmitidas por mosquitos, obliga a reforzar las medidas de prevención. Las autoridades sanitarias han insistido en el uso de ropa protectora, evitar zonas boscosas y acudir rápidamente a un centro de salud ante cualquier lesión sospechosa. 

No obstante, sin un enfoque integrado y una ejecución presupuestal que priorice vigilancia, prevención comunitaria y educación en salud, el país podría repetir emergencias recientes.  

La leishmaniasis vuelve a demostrar que la preparación oportuna no es opcional, sino una necesidad urgente para proteger a las poblaciones más vulnerables. 

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