La variante Delta del SARS-CoV-2, virus que produce la COVID-19, se transmite mucho más rápido que las otras, por lo que ya está presente en más de 120 países en todo el mundo, incluido el Perú, donde hasta el momento se registran 105 casos distribuidos en Lima, Callao, Ica, Junín, Arequipa, Cerro de Pasco, Ayacucho, Apurímac y Huancavelica, según la última información del Instituto Nacional de Salud (INS).
La más transmisible de las variantes
Un informe de los Centros de Control de Enfermedades de EE. UU. (CDC, por sus siglas en inglés), revelado por The Washington Post, indica que la variante Delta es tan transmisible como la varicela: cada persona infectada contagia hasta ocho o nueve, en promedio. La variante original era tan contagiosa como el resfriado común, y cada persona infectada contagiaba a otras dos. "Los pacientes que tienen esta variante exhalan un aire más cargado del virus y, por tanto, ponen en peligro a más personas, sobre todo en condiciones de hacinamiento y poca ventilación”, explicó en TV Perú el investigador Pablo Tsukayama de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. ¿Causa una enfermedad más grave? Aún no hay datos concretos que lo demuestren.
"Aunque existe mucha preocupación por la presencia de la variante Delta en nuestro territorio, cualquier variante de la COVID-19 puede iniciar un aumento de casos muy rápidamente en las próximas semanas si no se cumplen los protocolos", dijo Tsukayama.
Alta carga viral en vacunados
El mismo informe advierte que los vacunados infectados propagarían esta variante con la misma intensidad que los no vacunados, aunque por menos tiempo. "Creo que el problema central es que las personas vacunadas probablemente estén involucradas en gran medida en la transmisión del Delta", escribió Jeffrey Shaman, epidemiólogo de la Universidad de Columbia, citado por el mismo medio. “En cierto sentido, la vacunación ahora se trata de protección personal: protegerse uno mismo contra enfermedades graves. La inmunidad colectiva no es relevante, ya que estamos viendo muchas pruebas de infecciones repetidas y progresivas".
Se reportan síntomas diferentes
Andrew T. Chan, epidemiólogo y médico del Hospital General de Massachusetts, y uno de los investigadores principales del Estudio de Síntomas Covid, ha estado analizando a millones de personas de Reino Unido, Estados Unidos y Suecia a través de una app que pide que los participantes monitoreen sus síntomas. "Los síntomas que estamos viendo ahora se identifican más con los del resfriado común. Seguimos viendo gente que tose, pero también vemos una mayor prevalencia de cosas como narices que moquean y estornudos. Los dolores de cabeza y de garganta son otras de las quejas principales. La fiebre y la pérdida de gusto y olfato se están reportando en menor medida", comentó citado por The New York Times.
Los cuidados son los mismos
Las variantes no son un virus diferente, es decir, las medidas sanitarias siguen siendo muy efectivas para reducir el riesgo de contagio. "Es como si el virus se hubiera puesto un sombrero o lentes de sol o un polo de otro color, pero sigue siendo el mismo virus. Las medidas sanitarias son las mismas: el lavado de manos, el distanciamiento, la ventilación y el uso de mascarilla. En paralelo, la vacunación. Las vacunas salvan vidas", dijo a este medio Pedro Romero, biólogo molecular de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
¿Causará Delta una tercera ola en el Perú?
Eso ahora mismo es una incógnita. Su presencia en el Perú está creciendo, pero las variantes predominantes continúan siendo Lambda (C.37) y la variante Gamma proveniente de Brasil. Ambas, apuntó Tsukayama, constituyen más del 90% de todos los casos de SARS-CoV-2 registrados por el Ministerio de Salud. "Aunque existe mucha preocupación por la presencia de la variante Delta en nuestro territorio, cualquier variante de la COVID-19 puede iniciar un aumento de casos muy rápidamente en las próximas semanas si no se cumplen los protocolos".
Las personas inmunizadas con cualquiera de las vacunas aprobadas por la OMS, tienen mínimas chances de contagiarse y, de ser el caso, de producir síntomas graves y potencialmente mortales. En este escenario, con una variante Delta de la COVID-19 en expansión, la solución es necesariamente global: vacunar a la mayoría de la población mundial en el menor tiempo posible.