Un nuevo estudio publicado en la revista científica Journal of Hypertension detalla que adultos jóvenes de entre 35 a 44 años que fueron diagnosticados con hipertensión (presión arterial alta) tenían un tamaño de cerebro más pequeño y eran más propensos a ser diagnosticados con demencia. De acuerdo con la doctora Donna Arnett, de la Universidad de Kentucky, tener un cerebro más pequeño implica menos neuronas y menos conexiones entre ellas.
Por otro lado, el doctor Mingguang He, autor principal del estudio y profesor de epidemiología oftálmica en la Universidad de Melbourne en Melbourne (Australia) explicó que la hipertensión es muy común en personas de mediana edad (45-64 años), y la aparición temprana de la hipertensión es cada vez más frecuente.
"Este estudio hace sonar otra alarma, llamando la atención sobre un hecho al que todos deberíamos prestar atención: es hora de comenzar a pensar en la prevención de la demencia a lo largo de la vida", dijo el Dr. Scott Kaiser.
"Aunque la asociación entre la hipertensión, la salud cerebral y la demencia en la edad avanzada está bien establecida, se desconocía cómo la edad de inicio de la hipertensión puede afectar a esta asociación. Si esto se demuestra, proporcionaría algunas pruebas importantes para sugerir una intervención más temprana para retrasar la aparición de la hipertensión, lo que podría, a su vez, ser beneficioso para prevenir la demencia", dijo.
Los investigadores analizaron los datos de los participantes en el UK Biobank, una gran base de datos con información de salud detallada y anónima de aproximadamente medio millón de voluntarios en el Reino Unido.
Después de comparar las imágenes por resonancia magnética de miles de personas con y sin presión arterial alta a diferentes edades, los investigadores informaron que el volumen total del cerebro era menor entre las personas con presión arterial alta. Los investigadores también encontraron que el riesgo de demencia era significativamente mayor (61 por ciento) entre las personas diagnosticadas con presión arterial alta entre las edades de 35 y 44 años.
"Este estudio hace sonar otra alarma, llamando la atención sobre un hecho al que todos deberíamos prestar atención: es hora de comenzar a pensar en la prevención de la demencia a lo largo de la vida", dijo el Dr. Scott Kaiser, director de salud cognitiva geriátrica en el Pacific Neuroscience Institute en Santa Mónica, California. "Tenemos que identificar y abordar los factores de riesgo modificables".











