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Fumar, vuelos largos y tener COVID producen más coágulos que la vacuna

El riesgo de producir trombos por la vacuna contra la COVID-19 es insignificante frente a los inmensos beneficios que ya demuestra en el mundo.

Redacción ATuSalud.pe   |
Las dosis de AstraZeneca y Johnson & Johnson ya están en el mercado. (Foto: Shutterstock)
Las dosis de AstraZeneca y Johnson & Johnson ya están en el mercado. (Foto: Shutterstock)

El posible vínculo entre las vacunas de AstraZeneca y Johnson & Johnson contra la COVID-19 y un pequeño número de casos de coágulos de sangre ha causado miedo en diferentes países. Sin embargo, lo que debes saber es que el riesgo es insignificante frente a los inmensos beneficios. Los números son más claros: la posibilidad de desarrollar este efecto adverso tras la aplicación de las dosis ha sido calculada, hasta el momento, en 0.0006% en el caso de AZ y 0.00009% en el de J&J.

Hay muchos otros factores que pueden aumentar la probabilidad de que una persona desarrolle coágulos de sangre, según la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), que hizo una comparación utilizando datos de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos y la Agencia Europea del Medicamento  (EMA). 

"Particularmente las personas que están hospitalizadas con COVID-19, conllevan un riesgo sustancial de tener coágulos de sangre". Michael Head, investigador principal en Salud Global en la Universidad de Southampton.

Sin ir muy lejos, el riesgo de un evento tromboembólico si una persona contrae COVID-19 es muchísimo mayor. Sin ingreso hospitalario la probabilidad es de 1%, con ingreso de 5% y con ingreso a UCI se eleva hasta el 25%. 

Esto lo confirma Michael Head, investigador principal en Salud Global en la Universidad de Southampton. "Particularmente las personas que están hospitalizadas con la infección, conllevan un riesgo sustancial de tener coágulos de sangre. El mayor riesgo del miedo es que reducimos la aplicación de vacunas en general y, como consecuencia, aumentamos el riesgo de que las personas tengan coágulos de sangre simplemente porque se infectan con la COVID-19", aseguró a la CNN.  

Por otro lado, el tábaco (0.28%), los anticonceptivos orales (0.07 - 0.13%), los vuelos largos (3-12%) o la terapia hormonal menopausia (0.06%) son otros factores que superan el riesgo de trombosis de las vacunas. 

Los efectos secundarios son normales

Los expertos coinciden en que las vacunas, por encima de todo, salvan vidas. “Hay más posibilidades de sufrir un accidente de tráfico que de sufrir un efecto adverso grave con las vacunas”, dijo a El País Jesús Rodríguez Baño, investigador de la Universidad de Sevilla y miembro de EMA que ha evaluado la seguridad de la vacuna. 

"Los beneficios generales de las vacunas de AstraZeneca y Johnson & Johnson en la prevención de COVID-19 superan los riesgos de los efectos secundarios", dijo la EMA. 

Los efectos adversos se tienen en cuenta desde las primeras fases de investigación, pero a pesar de todas las cautelas, algunos son inevitables. Un medicamento es una complejísima receta bioquímica cuya composición no puede ser universalmente inocua. “No existe ninguno que no tenga efectos secundarios", agregó el especialista.

La razón es que cada cuerpo es un mundo circunstancial y responde de forma particular a los fármacos. La especialista en Farmacología Clínica de la Universidad de Málaga (UMA), Encarnación Blanco, siguió la misma línea: “Los efectos secundarios adversos de la mayoría de los medicamentos son superiores a los detectados en las vacunas y el riesgo de trombosis en enfermos de covid también es mayor que en los vacunados”. 

¿Cuál es la mejor vacuna? 

Recuerda, ninguna vacuna es eficaz al 100% y todas las que están en el mercado han demostrado ser seguras. Como dice el epidemiólogo Carlos Álvarez hoy no hay una mejor que otra. “La mejor vacuna es la que llegue antes a mi brazo”, explicó citado en un informe del diario El País