El Perú ya enfrenta la peor crisis sanitaria de su historia

El coronavirus que surgió de Wuhan ya es otro distinto al supervirus que estamos enfrentando hoy y que está causando un aumento del número de muertes. El primero llegó a su pico en tres meses. Con la actual variante, esa cifra se alcanzó en un mes y sigue creciendo.

La crisis sanitaria que vamos a enfrentar en las próximas semanas es lo que ya vimos en Iquitos, pero multiplicado por cinco. Y ese es un estimado conservador. En cualquier caso, estamos a puertas de la peor crisis sanitaria de la historia del Perú. La velocidad con la cual se han disparado los casos no tiene precedentes en la historia de la epidemiología.

"De acuerdo a las evidencias disponibles la única medida que ha demostrado ser efectiva contra las variantes del virus es una cuarentena estricta, es decir, una cuarenta fiscalizada que disminuya el riesgo que una persona contagie a otra".

Si uno observa la curva de contagios en los países de Europa, verá que estos se están incrementando a un ritmo tan acelerado que se ven verticales. A la fecha solo Inglaterra, Canadá y Alemania han llegado a controlar la curva de contagios, pero la curva de fallecidos sigue incrementándose. Si en el Perú queremos evitar esto, necesitamos una medida más efectiva de la que ya se tomó antes porque no estamos enfrentado el mismo virus de la primera ola sino sus variantes que son súper contagiosas.

El aumento de casos se controla cuando el Estado y la sociedad se unen para interrumpir la cadena de contagios. El virus de Wuhan se controló con muchísimo esfuerzo y sacrificio. ¿Cómo vamos a controlar esta nueva variante súper contagiosa? Las viejas medidas, lamentablemente, ya no son suficientes, y las medidas tibias tampoco.

De acuerdo a las evidencias disponibles la única medida que ha demostrado ser efectiva contra las variantes del virus es una cuarentena estricta, es decir, una cuarenta fiscalizada que disminuya el riesgo que una persona contagie a otra disminuyendo los contactos cercanos y continuos, en espacios cerrados y concurridos. De no hacer esto perderemos la oportunidad de prevenir una enorme cantida de vidas que de lo contrario se van a perder.