En los últimos años, la anemia ha afectado en el Perú a cerca del 43% de niños con menos de 3 años. En el 2019, sin embargo, esa cifra bajó al 40%. No parece una reducción significativa, pero es una tendencia muy importante si se logra sostener. El problema es que en 2020 llegó la cuarentena producto de la pandemia del coronavirus y el optimismo desapareció.
Las estimaciones indican que la anemia no solo ha frenado su disminución, sino que se ha incrementado. Hay estudios que ya muestran inseguridad alimentaria en el país, que hay familias que están dejando una de sus tres comidas diarias por falta de dinero y muchas se están acostando con la sensación de hambre. Eso nos indica que podríamos tener un rebrote de la desnutrición aguda y tener un cuadro notorio de niños delgado, con menos peso del que corresponde a su edad. Aún debemos esperar los datos del INEI, pero es difícil ser optimista.
"La obesidad es un fenómeno global que se presenta en lugares donde ya se convive con la desnutrición y la anemia, como en el Perú".
La pandemia también se suma a un problema que ya estaba presente en nuestra sociedad: la doble carga de la malnutrición. ¿Qué significa eso? Que en una sola persona, en un hogar o en un país existen problemas de déficit (desnutrición) y a la vez de sobrepeso. ¿Y cómo puede pasar eso en una misma persona? Imaginemos a un escolar de 10 años que tuvo desnutrición cuando era más joven y se ha quedado pequeño para su edad, pero que además consume alimentos no saludables que le generan obesidad. Para colmo, no consume alimentos ricos en hierro y sufre anemia, lo que completa un cuadro de triple carga de malnutrición.
La obesidad es un fenómeno global que se presenta en lugares donde ya se convive con la desnutrición y la anemia, como en el Perú. Por eso es muy importante que entendamos que la pandemia del coronavirus no es un mal aislado y puede agravar otros problemas con los que ya estábamos lidiando si no los atendemos a tiempo.
