
¿Cada cuánto renovar los trapos de cocina?
Si usamos los trapos para limpiar nuestra casa entonces parece lógico que a su vez sean higiénicos, pero ¿lo están?

Hay muchas cosas en nuestra casa que tienen fecha de caducidad aunque no lo parezca, sobre todo aquellos que utilizamos en la cocina, como la esponjita para lavar los platos o ese trapo que utilizamos cada vez que algo se nos ensucia. Lo cierto es que este tipo de productos que suelen dejarse húmedos son ideales como hogar de muchos microorganismos y bacterias que pueden afectar nuestra salud.
¿Cada cuánto renovarlos? El primer consejo es utilizar el sentido común, es decir, la pinta que tengan los objetos en sí mismos. Si está sucio, huele mal o tiene mal aspecto, es hora de cambiar. Debemos tener una importante concienciación de limpieza y desinfección.
La segunda recomendación es no tratar de reciclar una esponja o un trapo de cocina. La única forma de que no se acumulen bacterias es reponerlos con frecuencia. Más concretamente, es ideal cambiarlos cada semana o dependiendo su uso.
¿Por qué no lavarlas?
Un estudio publicado en Scientific Report (2017) que analizó la composición microbiana de 14 estropajos usados, encontró 50.000 millones de bacterias por centímetro cúbico en estos utensilios de cocina, 362 tipos de gérmenes diferentes.
La sorpresa fue mayúscula cuando, tras someter a los estropajos a una desinfección con agua hirviendo y microondas, los investigadores descubrieron que las bacterias más peligrosas para el ser humano, como Acinetobacter o Chryseobacterium (responsables de la neumonía o la meningitis, por ejemplo), se veían reforzadas.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España da algunos tips para mantener limpios los trapos y esponjas: eliminar los restos de comida después de cada uso; aclarar, escurrir y dejar secar después de cada uso (se pueden utilizar unas gotas de lejía como método desinfectante adicional) y utilizar un trapo para cada zona. Por supuesto, sigue siendo clave renovarlos frecuentemente.