Beber alcohol siempre tiene consecuencias para la salud, incluso cuando se hace con moderación. Esa es la conclusión de un nuevo estudio observacional realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, que aún no ha sido revisado por pares.
Ellos analizaron a unas 25 mil personas en el Reino Unido con una ingesta autoinformada de alcohol y sus escáneres cerebrales. Enseguida, notaron que beber tenía un efecto sobre la materia gris del cerebro, regiones cerebrales que forman partes importantes donde se procesa la información.
"Muchas personas beben ‘moderadamente’ y piensan que esto es inofensivo o incluso protector. (…) Cuanto más bebía la gente, menor era el volumen de su materia gris". Anya Topiwala, investigadora principal del estudio.
"Cuanto más bebía la gente, menor era el volumen de su materia gris. El volumen cerebral se reduce con la edad y más gravemente con la demencia. Un volumen cerebral más pequeño también predice un peor desempeño en las pruebas de memoria", explicó la autora principal Anya Topiwala, investigadora clínica principal de Oxford, a la CNN.
El equipo también descubrió que no había un nivel "seguro" de consumo de alcohol, lo que significa que consumir cualquier cantidad de alcohol era peor que no beberlo. Tampoco importó el tipo de alcohol era el elegido, por ejemplo licor, vino o cerveza.
"Muchas personas beben ‘moderadamente’ y piensan que esto es inofensivo o incluso protector. Como todavía tenemos que encontrar una ‘cura’ para las enfermedades neurodegenerativas como la demencia, conocer los factores que pueden prevenir el daño cerebral es importante para la salud pública", agregó la experta.











