El riego de infectarte con el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, es de 1 en 10 000 posibilidades, según un estudio realizado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC). Se reafirma además que la principal vía de transmisión son los aerosoles, es decir, la exposición a gotitas respiratorias que transportan virus infecciosos por el aire de persona a persona cuando hablamos, cantamos, reímos o estornudamos, sobre todo en interiores.
Los CDC explican que el riesgo de contagio por superficies de objetos depende de varios factores que afectan la eficiencia de la trasmisión:
– La tasa de prevalencia de la infección en la comunidad.
– La cantidad de virus que expulsan las personas infectadas, que se reducen sustancialmente con el uso de mascarillas.
– La deposición de partículas de virus expulsadas en superficies, que se ve afectada por el flujo de aire y la ventilación.
– La interacción con factores ambientales (como el calor y evaporación) que causan daño a las partículas de virus en el aire y en las superficies de objetos infectados.
– El tiempo entre el momento en que una superficie se contamina y el momento en que una persona toca la superficie.
– La eficiencia de la transferencia de partículas de virus de las superficies de objetos a las manos y de las manos a las membranas mucosas de la cara (nariz, boca, ojos)
– La dosis de virus necesaria para causar una infección a través de la ruta de las membranas mucosas.
El riesgo de transmisión por superficies se puede reducir usando mascarilla de manera constante y correcta (para no esparcir el virus) y practicando la higiene de las manos (para no llevarlo a nuestro organismo), señalan en su revisión.
Además, las CDC indican que es esperable que las concentraciones de SARS-CoV-2 infeccioso en las superficies exteriores sean más bajas que en las superficies interiores debido a la dilución y el movimiento del aire.
El estudio también evaluó la efectividad de las medidas de prevención que reducen el riesgo de transmisión por superficies. Se encontró que la higiene de las manos reduce sustancialmente el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 de superficies contaminadas.
En la mayoría de las situaciones, limpiar las superficies con jabón o detergente, y no desinfectar, es suficiente para reducir el riesgo. Se recomienda la desinfección en entornos donde se haya sospechado o confirmado un caso de COVID-19 en las últimas 24 horas.
¿Por qué es más fácil el contagio por el aire?
En la misma línea, un equipo de científicos publica ahora en The Lancet una recopilación de los argumentos científicos que sostienen la existencia de los aerosoles como un actor importante en la pandemia. Esto implica que la ventilación es clave y probablemente más importante que la desinfección de superficies, así como que el riesgo de transmisión en exteriores es bajo, algo que coindice con el estudio de los CDC.
Entre los principales argumentos, mencionan que muchas personas se infectan en un mismo escenario. Los contagios masivos en coros, cruceros, restaurantes, residencias de ancianos e instalaciones penitenciarias sugieren que la vía aérea tiene un papel determinante en estos casos, que no puede explicarse adecuadamente por superficies contaminadas. "La alta incidencia de tales eventos sugiere fuertemente el predominio de la transmisión por aerosoles", aseguran.
"El contagio se da a través de los aerosoles que botamos cada vez que hablamos, reímos, gritamos o cantamos, con mayor razón cuando tosemos o estornudamos. Este se queda en el aire en una habitación poco ventilada como sucede con el humo del cigarro". Dr. Ernesto Gozzer, médico salubrista y profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
Por otro lado, mencionan que Nueva Zelanda ha documentado un contagio entre dos personas que no llegaron a cruzarse siquiera, provocado por la mala ventilación en un hotel con personas en cuarentena. Destacan también los contagios en hospitales, donde se aplican estrictas precauciones frente al contacto directo y las gotitas grandes, pero no tanto frente a los aerosoles en suspensión que pueden inhalarse.
En experimentos se ha conseguido determinar que el SARS-CoV-2 permaneció infeccioso en el aire hasta tres horas y a cinco metros de un paciente COVID. También se ha identificado el virus en filtros de aire y conductos de edificios en hospitales con pacientes COVID, tales lugares solo pueden ser alcanzados por aerosoles.











