Simulacros multipeligro: una práctica que puede salvar vidas en el Perú

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El Perú se encuentra en una de las zonas más sísmicas del planeta: el Cinturón de Fuego del Pacífico. Nuestra compleja geografía y condiciones climáticas incremental la exposición a distintos fenómenos naturales como terremotos, tsunamis, huaicos, inundaciones, entre otros. 

La actividad sísmica es constante. De hecho, solo por citar un ejemplo, se sabe que entre los meses de enero y julio de 2024 se registraron 507 movimientos telúricos en el país, y en lo que va del 2025 ya se han contabilizado más de 313 eventos, según el Instituto Geofísico del Perú (IGP). Estas cifras recuerdan la necesidad urgente de mantenernos preparados. 

Los simulacros nacionales como entrenamiento vital 

Con el fin de reducir riesgos y preparar a la ciudadanía, este año se organizaron tres Simulacros Nacionales Multipeligro. El primero fue el 30 de mayo, el segundo el 15 de agosto y el próximo tendrá lugar el lunes 13 de octubre a las 8:00 p.m. 

El Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) coordina estos ejercicios con el objetivo de fortalecer la preparación de la población y las instituciones ante situaciones de desastre. A diferencia de un simulacro exclusivamente sísmico, los multipeligro contemplan diversos escenarios posibles según la realidad de cada región: desde un terremoto de gran magnitud hasta un tsunami deslizamientos, erupciones volcánicas o inundaciones. 

¿Por qué es importante nuestra participación? 

La participación ciudadana en un simulacro no es un simple acto simbólico. Representa un entrenamiento que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Entre sus beneficios destacan: 

  • Reconocimiento de áreas seguras: Durante el simulacro se identifican las salidas de emergencia y los puntos de encuentro más cercanos. Definir roles y responsabilidades con anticipación ayuda a garantizar evacuaciones más rápidas y ordenadas. 

  • Evaluación de planes existentes: Los simulacros permiten probar los protocolos de emergencia y detectar fallas que deben corregirse. Una respuesta efectiva solo es posible si las debilidades se conocen con anticipación.  

  • Atención a personas vulnerables. Este ejercicio es clave para identificar a quienes necesitan apoyo adicional, como adultos mayores, personas con discapacidad, pacientes con enfermedades crónicas, gestantes o familias con recién nacidos. Preparar sus medicamentos y artículos especiales dentro de la mochila de emergencia es fundamental. 

Una movilización masiva 

El INDECI convoca a los tres niveles de gobierno –nacional, regional y local-, junto con las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, los Bomberos Voluntarios, instituciones educativas, centros de salud, mercados, oficinas, empresas y comunidades organizadas. Esta coordinación busca poner a prueba la capacidad de respuesta y la eficiencia de los planes de emergencia en todos los sectores. 

Durante un simulacro se movilizan brigadas, equipos técnicos y recursos logísticos. Ello permite medir el desempeño de los protocolos de gestión, la continuidad de operaciones y la efectividad de la coordinación interinstitucional.  

Una aliada indispensable 

Uno de los mensajes centrales de los simulacros es la necesidad de contar con una mochila de emergencias en casa. Esta debe incluir agua, alimentos no perecibles, linterna, radio a pilas, botiquín de primeros auxilios, copias de documentos personales, además de artículos especiales en caso de tener bebés, adultos mayores o enfermos crónicos en casa. Preparar esta mochila y ubicarla en un lugar accesible puede ser decisivo ante una emergencia real. 

El Plan Familiar de Emergencia 

Más allá de los simulacros organizados a nivel nacional, cada familia debe tener su propio Plan Familiar de Emergencia, en donde organicen roles, rutas de evacuación y puntos de encuentro entre cada miembro. En ese sentido, el INDECI propone una metodología bastante sencilla basada en las vocales I, U, E, A y O. 

  • Identificamos los peligros cercanos 

  • Ubicamos las zonas seguras 

  • Elaboramos un plan con pasos claros 

  • Asignamos responsabilidades a cada integrante 

  • Organizamos la mochila de emergencia 

Octubre: una cita que no podemos pasar por alto 

Recuerda que el próximo lunes 13 de octubre a las 8:00 p.m. todo el país tiene la oportunidad de poner en práctica lo aprendido. Participar no solo es una responsabilidad ciudadana, sino un acto de autoprotección.  

Los desastres naturales son inevitables, pero estar preparados reduce riesgos, salva vidas y fortalece nuestra resiliencia como sociedad.  

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