¿Por qué la muerte de ancianos en Noruega tras la vacunación era esperable?

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

La noticia de las 23 muertes de ancianos en Noruega tras vacunarse contra la COVID-19 con la vacuna de Pfizer-BioNTech está sembrando miedo y preocupación en el mundo. ¿Son las vacunas seguras? Sí. Ahí no debería estar enfocada la discusión. La pregunta es: ¿Deben los ancianos  ser los primeros en recibirlas? El médico peruano Elmer Huerta recuerda una historia para explicar la situación.

Curiosamente, a fines de noviembre, se reunió la Comisión Asesora de Prácticas de Vacunación de los CDC de Estados Unidos para determinar quienes debían vacunarse primero. Este panel de expertos estaba conformado por 14 miembros y 13 votaron para que la primera línea de vacunados incluya a los ancianos de los centros de cuidados prolongados. La única que votó en contra fue la doctora Helen Talbot de la Universidad de Vanderbilt, quien aseguró que le preocupaba que no se había estudiado bien el efecto de la vacuna en adultos mayores y tenía miedo de que se aplique a aquellos muy frágiles o enfermos que puedan morir de causas naturales luego de vacunarse, generando la desconfianza en la gente. 

"Si una persona ancianita está enferma, muy frágil y puede morir en cualquier momento, puede coincidir la vacunación con que fallezca. Noruega ya cambió sus políticas para no vacunar a enfermos terminales y esto no volverá a pasar". Elmer Huerta, médico peruano, en CNN

La doctora Talbot explicó claramente de que el hecho de que algunos de los vacunados fallezcan por alguna razón no relacionada con la vacuna, podría hacerle creer a la familia que sí lo fue. Muchos nietos podrían decir: “Mi abuela murió a los pocos días después de recibir su vacuna, la vacuna fue la que la mató”, cuando la realidad es que la muerte no fue causada por la inyección. 

Ella tenía razón. 

Como ocurre en muchos otros países, Noruega decidió vacunar primero a los adultos mayores y las personas en asilos con condiciones de salud subyacentes, ya que son las que enfrentan un mayor riesgo de enfermarse gravemente. Hasta el jueves pasado, habían inmunizado a 42 mil personas, pero también se reportaron 23 muertes de ancianos que recibieron la vacuna de Pfizer-BioNTech. 

"Se espera que ocurran muertes cercanas al momento de la vacunación. En Noruega, un promedio de 400 personas mueren cada semana en asilos y centros de atención a largo plazo". Agencia Noruega de Medicamentos (NOMA) en un comunicado

Los médicos de noruega investigan este acontecimiento y analizan la posibilidad de que las reacciones adversas normales a la vacuna -como fiebre o náuseas- hayan contribuido a un desenlace fatal en algunos pacientes muy enfermos o frágiles, tal como lo había advertido Helen Talbot. Ante esta situación, además, se decidió hacer una nueva guía que dice que los médicos deben evaluar a cada paciente de forma individual para determinar si los beneficios de la vacunación superan los riesgos de los posibles efectos secundarios.

Por otro lado, la Agencia Noruega de Medicamentos (NOMA) aseguró en un comunicado que en el país, un promedio de 400 personas mueren cada semana en asilos y centros de atención a largo plazo, por lo que se espera que ocurran muertes cercanas al momento de la vacunación.

La directora de salud pública noruega, Camilla Stoltenberg, declaró en una conferencia de prensa que "no es imposible que parte de las personas a las que se les pone la vacuna estén tan frágiles (…) que no valga la pena inocularlas, dado que potencialmente pueden ver deteriorarse su situación a causa de efectos secundarios normales". 

En respuesta, Pfizer dijo en un comunicado que junto a BioNTech están trabajando con el ente regulador noruego para investigar las muertes en ese país. 

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Never miss any important news. Subscribe to our newsletter.