La vacuna sí controló la COVID-19 en Israel y aquí está la evidencia

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El 56.2% de la población de Israel —un país de alrededor de 9 millones de personas— ha recibido las dos dosis de la vacuna contra la COVID-19. Incluso sin llegar al 70% que se requiere para alcanzar la inmunidad del rebaño, la crisis sanitaria ya ha sido controlada: se pasó de un máximo de 10 000 casos por día en enero a unos cientos a finales de marzo. Los hospitales empiezan a cerrar las salas de covid y algunos centros médicos han informado de que no se han admitido nuevos pacientes con el virus en los últimos días. Al mismo tiempo, la economía se ha reabierto casi por completo. Quien diga que Israel no ha controlado la pandemia con las vacunas, miente o no está bien informado. La evidencia lo demuestra. 

La primera prueba en el mundo real

Israel es el líder de la inmunización en el mundo y el ejemplo ideal de que la vacuna funciona con un programa sólido para aplicarla. Los primeros datos sugieren que las vacunas están funcionando tan bien en la práctica como en los ensayos clínicos.

En marzo, Pfizer/BioNTech publicaron la evidencia más completa del mundo real hasta la fecha basándose en el increíble avance de Israel. Los resultados arrojaron que dos semanas después de la segunda dosis, la efectividad de la vacuna fue de al menos el 97% para prevenir enfermedades sintomáticas, enfermedades graves o críticas y la muerte. Además, se reveló una efectividad del 94% contra infecciones asintomáticas por SARS-CoV-2. 

"Estamos sumamente alentados de que los datos de eficacia en el mundo real procedentes de Israel confirmen la alta eficacia demostrada en nuestro ensayo clínico de fase 3 y muestren el impacto significativo". Luis Jodar, vicepresidente senior y director médico de Pfizer Vaccines

De camino a la normalidad

Como resultado, la economía se reabrió casi por completo. Así como Israel se convirtió en un laboratorio del mundo real para la eficacia de la vacuna, ahora se está convirtiendo en un ensayo para una sociedad posconfinamientos y posvacunación, asegura Isabel Kershner, corresponsal en Jerusalén para The New York Times

"Un certificado, llamado Green Pass, permite a los vacunados cenar en el interior de los restaurantes, hospedarse en hoteles y asistir con miles de otras personas a eventos culturales, deportivos y religiosos, ya sea al aire libre o en interiores. Podemos ir a gimnasios, albercas y al teatro. Podemos casarnos en salones de bodas. Celebramos las vacaciones de primavera de Pascua y Semana Santa en compañía de familiares y amigos", narró la periodista en un artículo publicado este martes. 

“La vacuna es efectiva. Nuestro objetivo es seguir vacunando a toda la población mayor de 16 años, y cuando llegue el momento también a los menores, para lograr la amplia cobertura que nos permita volver a la vida normal que todos anhelamos”. Chezy Levy, irector general del Ministerio de Salud.

Israel va camino a la normalidad con la mayor de las cautelas. La mascarilla todavía se exige en lugares públicos, porque la pandemia es imprevisible y las variantes aún tienen podrían traer abajo lo conseguido. De momento, el SARS-CoV2 en un virus que sigue circulando, pero incapaz de abarrotar hospitales y las Unidades de Cuidados Intensivos. 

"El programa de vacunación de Israel ha sido asombrosamente rápido y exitoso. Somos una nación que vive en una burbuja", agregó Kershner, describiendo la realidad de un país con suficientes dosis para todos. Y esa, finalmente, es la mejor prueba de que solo el acceso gratuito a las vacunas, en complemento con las medidas sanitarias, puede poner en jaque a la pandemia. Con evidencia, no hay otra explicación. 

Imágenes sobre la actualidad en Israel publicadas por The New York Times:

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