
La ivermectina pierde apoyo como medicamento contra la COVID-19
Cada vez son más las organizaciones internacionales que desaconsejan su uso en esta pandemia. En el Perú, se anunció que ya no se usará.

[Esta nota se publicó originalmente el 31 de marzo de 2021]
No exite ninguna prueba de que la ivermectina ayude a prevenir o tratar la COVID-19. El supuesto beneficio que experimentó un familiar, un amigo o un conocido no es evidencia científica válida. La promoción que ha recibido este antiparasitario para enfrentar el coronavirus se ha sustentado en datos parciales o directamente falsos, lo que ha obligado a instituciones internacionales a emitir comunicados para desaconsejar su uso.
El 23 de marzo, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aclaró que no ha aprobado la ivermectina como tratamiento contra la COVID-19 dentro de la Unión Europea y que tampoco ha encontrado evidencia que respalde su eficacia. "Es posible que haya oído que puede tomar grandes dosis de ivermectina. Eso es falso", indica en una nota publicada en su página web.
Debido a fake news que circulan en forma de cadenas de Whatsapp y en redes sociales, la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aclaró en un comunicado del 11 de marzo que este fármaco solo tiene autorización para ser usado en ese país como antiparasitario. Al igual que la EMA, sostiene que no se conoce evidencia de su efectividad contra el SARS-CoV-2, virus que desencadenó la pandemia global.
"Aunque existen usos aprobados para la ivermectina en personas y animales, no está aprobada para la prevención o el tratamiento del COVID-19". Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU. (FDA)
A principios de mes, un grupo de médicos colombianos publicó en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) los resultados de un estudio realizado en Cali sobre los efectos de la ivermectina. La muestra fue de 500 pacientes con síntomas leves de COVID-19, el grupo más grande en un estudio de este tipo hasta ahora. No se halló prueba alguna de su efectividad contra el virus.
Semanas atrás, el 5 de febrero, la base de apoyo a la ivermectina ya había recibido otro duro golpe. La farmacéutica Merck, la misma que descubrió este fármaco, dijo en un comunicado que “no hay base científica para un posible efecto terapéutico contra COVID-19 de estudios preclínicos”.
Este miércoles, la Organización Mundial de la Salud también desaconsejó el uso de ivermectina para tratar pacientes con la enfermedad, sin importantar la etapa y la gravedad de los síntomas. Luego de revisar todos los estudios disponibles hasta ahora, la OMS indicó que no encontró evidencia suficiente para sustentar que el fármaco tenga efectos beneficiosos respecto a la mortalidad, ventilación mecánica, admisión hospitalaria, duración de la hospitalización y descarga viral.
Entusiasmo peruano por el fármaco
La ivermectina fue autorizada hace casi un año en el Perú para tratar pacientes con COVID-19, a través de una resolución del Ministerio de Salud del 8 de mayo de 2020. Desde entonces, su uso ha estado rodeado de polémica.
A inicio de octubre, un estudio publicado por el Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación (IETSI) de EsSalud concluyó que la hidroxicloroquina, la ivermectina y la azitromicina mostraron efectos terapéuticos nulos y sí mayor riesgo de mortalidad en pacientes hospitalizados por la enfermedad. Pocos días después, EsSalud destituyó a la directora del IETSI, Patricia Pimentel, quien fue responsable del estudio.
“La EMA ya se ha pronunciado en contra de la ivermectina, pero es el último eslabón de una larga lista de pronunciamiento de instituciones internacionales en el mismo sentido”. Miguel Palacios Celi, decano del Colegio Médico del Perú.
El 13 de octubre, el Ministerio de Salud anunció que los tres fármacos iban a retirarse de su guía para pacientes hospitalizados. La decisión, indicó el Minsa, se sustentó en los resultados del ensayo Recovery (Universidad de Oxford), del Centro de Innovación de Meta-Investigación (Universidad de Stanford), entre otros. Sin embargo, se mantuvo el uso de la ivermectina para personas con síntomas leves, siempre con receta médica.
La autorización del ministerio ha obligado desde entonces a las boticas del Estado, las grandes cadenas y a las farmacias independientes a tener ivermectina en stock para pacientes que cuenten con una prescripción. Según Carla Sifuentes, directora de la Asociación Nacional de Cadenas de Boticas (Anacab), la venta de este medicamento creció 1000% durante 2020.
Millones de soles al agua
El apoyo del Gobierno por medicamentos que no contaban con evidencia para respaldar su uso no es solo anecdótico. Una investigación de El Comercio de marzo reveló que el Gobierno Nacional gastó durante el año pasado 47 millones de soles en la compra de hidroxicloroqiona, azitromicima e ivermectina; y solo 22 millones de soles en oxígeneo, un elemento aún hoy escencial para tratar a pacientes hospitalizados. En el caso de EsSalud, se gastó 41 millones en los tres medicamentos y apenas 37 millones en oxígeno.
A esta compra indiscriminada se suma otro problema: la falta de control de la distribución de la ivermectina. En un reportaje publicado por el mismo medio el 23 de enero, la periodista Gladys Pereyra reveló que en la provincia de Chincha (Ica), autoridades y empresarios locales entregan el medicamento gratuitamente a la población, especialmente en las zonas más humildes.
"En Chincha, si la ivermectina no llega gratis a las casas, cualquiera puede comprarla donde sea. Incluso veterinarios brindan recetas con dosis exactas para cada miembro de la familia, pese a que la Ley º 26842 solo autoriza a médicos prescribir medicamentos". Reportaje de Gladys Pereyra en "El Comercio".
El entusiasmo por el uso de la ivermectina contrasta con las cifras del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef). A principios de año, la provincia iqueña tenía una tasa acumulada de 43,5 muertos por 10 mil habitantes, la mayor del Perú, que a su vez es uno de los países con mayor tasa de mortalidad en el mundo. “Si no sabemos si este producto es eficaz y seguro, las personas van a tener una falsa percepción de estar protegidos y van a exponerse más y exponer a los demás”, dijo a El Comercio la doctora Angela Uyen, asesora en políticas de salud de Médicos sin Fronteras, institución con sede en Bélgica.
Cambio de posición
Este viernes, el ministro Óscar Ugarte confirmó que el Minsa retirará la ivermectina de la guía de tratamiento contra la COVID-19, atendiendo las observaciones de organizaciones como la OMS. "Sobre este fármaco hay trabajos que demuestran que tiene el efecto positivo que se suponía debía tener”, dijo en una conferencia de prensa.
Luego de sostener una larga defensa del uso de este medicamento, la posición del Estado peruano ha cambiado ante el peso de la evidencia. Los promotores de la ivermectina han perdido uno de sus principales bastiones.
¿Qué es la ivermectina?
Es un antiparasitario que fue desarrollado en la década de 1970 por el Instituto Kitasato (Japón), en asociación con el laboratorio Merck, originalmente para uso veterinario. A finales de la década de 1980 comenzó su aplicación en seres humanos para combatir la oncocercosis y posteriormente la filariasis linfática, conocida también como elefantiasis. Este descubrimiento le valió al japonés Satoshi Omura y el irlandés William Campbell el Premio Nobel de Medicina en 2015.