Una interfaz cerebro máquina (ICB) ha capturado la actividad neural de un tetrapléjico mientras imaginaba que escribía y la ha convertido, letra a letra, en texto a una velocidad de escritura cercana a la que tiene una persona cualquiera mientras teclea en un celular. El estudio ha sido publicado en la revista científica Nature.
El voluntario ha sido llamado T5, una persona de 65 años que perdió la movilidad de cuello para abajo tras una lesión medular en 2007. Científicos de las universidades de Stanford, Brown y Harvard han actuado directamente en parte de la corteza motora donde el cerebro guarda cuándo y cómo aprendimos a escribir.
"Esto se traducirá en dispositivos que las personas puedan usar en sus propios hogares para mejorar su calidad de vida. No está claro cuándo ocurrirá exactamente, pero estoy seguro de que sucederá". Robert Gaunt, profesor asistente en el Departamento de Medicina Física y Rehabilitación de la Universidad de Pittsburgh.
Los expertos colocaron dos chips en el cráneo de T5 con 100 electrodos cada uno y le dijeron que piense que está escribiendo. La actividad eléctrica siguió el mismo patrón que las letras que imaginaba. Con el algoritmo ya entrenado el sistema consiguió escribir los trazos de cada signo, incluso comas, acentos o signos de interrogación con una proporción de errores muy baja.
T5, imaginando que escribe, ha logrado 90 caracteres por minuto. La cifra no queda muy lejos de los 115 que teclea en un móvil una persona de su edad sin ninguna discapacidad.
“Hemos visto que el cerebro conserva su capacidad para prescribir movimientos finos una década después de que el cuerpo haya perdido su capacidad para ejecutar tales movimientos”, explicó Frank Willett, principal autor de esta investigación.