Un accidente cerebrovascular isquémico ocurre cuando se interrumpe o se reduce el suministro de sangre a una parte del cerebro, explica el neurólogo Robert Brown en el portal Mayo Clinic. Esto impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes. ¿El resultado? Las células cerebrales comienzan a morir en minutos.
"Un accidente cerebrovascular es una emergencia médica, y el tratamiento inmediato es crucial. La acción temprana puede reducir el daño cerebral y otras complicaciones", dice el doctor. Por este motivo, es fundamental saber reconocer los síntomas.
Busca atención médica inmediata si tú o alguien con quien estás tiene:
– Dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo. Pídele a la persona que repita una frase simple. ¿Lo hace con facilidad?
– Parálisis o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna, a menudo afecta solo un lado del cuerpo. La recomendación es levantar ambos brazos por encima de la cabeza al mismo tiempo. Si un brazo comienza a caer, es posible que estés sufriendo un accidente cerebrovascular. Además, un lado de la boca puede caerse cuando trates de sonreír.
– Problemas para ver en uno o ambos ojos.
– Un dolor de cabeza súbito y grave, que puede estar acompañado de vómitos, mareos o alteración del conocimiento.
– Problemas para caminar. Puedes tropezar o perder el equilibrio.
Mayo Clinic agrega que muchos factores pueden aumentar el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular, entre ellos los relacionados con el estilo de vida, como tener sobrepeso u obesidad, inactividad física, beber en exceso o darse atracones de bebida o usar dorgas ilegales como la cocaína y la metanfetamina.
Pero también hay factores de riesgo médicos, como la hipertensión arterial, fumar o estar expuesto al humo del cigarro, tener colesterol alto, diabetes o alguna enfermedad cardiovascular. Las personas de 55 años o mayores corren un riesgo más alto de sufrir un accidente cerebrovascular que las personas más jóvenes.