Es posible que con el pasar del tiempo, hasta llegar a la adolescencia, los padres comiencen a sentir a los hijos más lejanos. La comunicación se vuelve cada vez más deficiente y ya no son las primeras personas en ser un soporte para ellos. ¿Tiene solución? ¿Cómo se puede mejorar la conexión? Citada por la CNN, Michelle Icard, autora, conferencista y educadora de padres, además de autora de "Fourteen Talks by Age Fourteen", da algunas pautas a seguir para cambiar la forma de hablar con los adolescentes entre los 10 y 19 años, que es lo dura esta etapa, según la Organización Mundial de la Salud.
1. Normalizar sus sentimientos
"En momentos de conflicto o malentendido, empieza por normalizar los sentimientos de tu hijo, por muy extraños, o incluso enrróneos, que parezcan. Esto puede sonar como: 'Parece que estás muy molesto porque te pedí que limpiaras tu habitación. Lo entiendo. Probablemente esto te ha tomado desprevenido. Es normal que te sientas molesto cuando no quieres trabajar. Te daré 30 minutos para que te relajes y luego vendrás a verme para que podamos hacer un plan para avanzar con las cosas de la habitación'".
"Recuerda que hoy en día hay muchas formas de 'hablar', así que aprovecha la tecnología u otros medios y sé creativo".
2. No reflejes tus emociones en tu rostro
"Habla sin ninguna expresión en la cara. Sí, parece una locura, incluso imposible. Pero puede conseguirse con la práctica, y ofrece una gran recompensa. Pueden interpretar erróneamente tu expresión como de enfado cuando no te sientes enfadado para nada. Imagina que le preguntas a tu hijo, '¿Cómo te fue en el examen de matemáticas?' y él se va furioso diciendo: 'Uf, ¿por qué estás tan enojado? Todavía no tenemos las notas'. Si los jóvenes malinterpretan tus sentimientos, la conversación puede terminar rápidamente".
3. Cambia tu forma de comunicarte
"Puede parecer contradictorio, pero a veces la mejor manera de mantenerse cerca es experimentar con nuevas formas de comunicarse juntos: los mensajes de texto, los Snapchats, un diario compartido, las grabaciones de voz e incluso esconder garabatos por la casa pueden ser una invitación a seguir conectados que su hijo puede aceptar. Recuerda que hoy en día hay muchas formas de 'hablar', así que aprovecha la tecnología u otros medios y sé creativo".
4. Evita ser el jefe malo
"En lugar de imponer cómo y cuándo se hacen los deberes, supervisando las citas de juego o interfiriendo con los profesores, es el momento de pasar a ser un asistente de dirección. Para ello, piensa en el peor jefe que hayas tenido. ¿Por qué era tan malo? ¿Estaba demasiado emocionado, era demasiado controlador, nunca estaba presente o era pasivo-agresivo? Haz una lista de las peores cualidades que podrías encontrar en un gerente y revierte esa lista".
5. Busca divertirte
"Debes dejar de ser el jefe y debes disfrutar con él. Eso puede significar apoyarse en las cosas que les gustan. Sí, incluso el tinte azul para el cabello. Las tramas de anime que entorpecen la mente. La economía de Roblox. El aprendizaje de nuevos y elaborados bailes de TikTok. En realidad, no te morirás de aburrimiento (solo tendrás ganas de hacerlo a veces). Pero cuando vuelvas a jugar con tu hijo a lo que le gusta ahora y no a lo que tú recuerdas o esperas que juegue, restablecerás su confianza".











