Los expertos coinciden en que la prueba serológica o de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 se usa para ayudar a identificar a las personas que pueden haber tenido una infección previa. Estas no deben utilizarse para evaluar el nivel de inmunidad o protección de una persona contra el COVID-19 en ningún momento, y especialmente después de que la persona recibió la vacuna. Aún así, varios laboratorios ofrecen este servicio para aquellos que buscan saber si realmente la aplicación de las dosis les ha ayudado a desarrollar suficientes anticuerpos. Te contamos lo que debes saber.
Los anticuerpos no son la única protección
La Organización Mundial de la Salud dice que la inmunidad adquirida implica la respuesta celular (células T) y la respuesta de anticuerpos (células B) para atacar a los patógenos. La inmunidad de anticuerpos se puede detectar en la prueba serológica, pero la celular no. "Las vacunas COVID-19 funcionan muy bien en el mundo real. Las respuestas de las células T a la vacunación son sólidas y su inmunidad no se ve alterada con el tiempo", explicó Monica Gandhi, especialista en enfermedades infecciosas y profesora de Medicina en la Universidad de California en San Francisco, en un artículo publicado por San Francisco Chronicle.
Las pruebas serológicas no están validadas para evaluar la inmunidad y solo deben solicitarlas los proveedores de atención médica que estén familiarizados con el uso y las limitaciones, informó la FDA.
Por otro lado, el organismo no siempre está repleto de anticuerpos. El número se va reduciendo y reaparecen con fuerza al presentarse una infección. "Las células B y T crean bancos de memoria. Las células B de memoria son cosas extraordinarias. Pueden producir anticuerpos neutralizantes incluso cuando se enfrentan a una infección décadas después", agregó al experta.
Las pruebas serológicas sirven sobre todo para hacer estudios en poblaciones, como por ejemplo para calcular el nivel de seroprevalencia en una región o país. "Las pruebas de medición de anticuerpos son utilizadas para hacer una aproximación a la inmunidad que puede desarrollar un individuo, pero no son concluyentes por sí mismas. Pueden ser utilizadas para estudios o ensayos en poblaciones, pero no de forma libre o para el uso individual o diagnóstico. Mucho menos para evaluar la inmunidad en un individuo", dijo a este medio Juan More Bayona, doctor en Inmunología comparada por la Universidad de Alberta en Canadá
Además, la eficacia de una vacuna no debe ponerse en duda usando solo pruebas de anticuerpos. "Durante estos meses hemos aprendido que la eficacia de una vacuna se mide en un ensayo clínico grande en el que se observa qué tanto reduce el riesgo de contagio, hospitalización o muerte. Los anticuerpos neutralizantes no miden directamente la eficacia de la vacuna", aseguró Pedro E. Romero, biólogo molecular de la Univerdad Peruana Cayetano Heredia, en un hilo de Twitter.
Uso de las pruebas de anticuerpos
Las pruebas serológicas buscan anticuerpos en una muestra de sangre y pueden identificar a las personas que tuvieron una infección por SARS-CoV-2 en el pasado. "No se recomienda después de la vacunación contra COVID-19 o para evaluar la necesidad de vacunación en una persona no vacunada", informaron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Por ahora, "se requiere de más investigación. No están validadas para evaluar la inmunidad y solo deben solicitarlas los proveedores de atención médica que estén familiarizados con el uso y las limitaciones", agregó la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA).
Las pruebas serológicas pueden dar un falso negativo en personas sin antecedentes de infección natural previa si la prueba utilizada no detecta los anticuerpos inducidos por la vacuna. Las vacunas inducen anticuerpos contra proteínas virales específicas. "Por ejemplo, las vacunas de ARNm de COVID-19 autorizadas inducen anticuerpos contra la proteína de pico y no contra las proteínas de la nucleocápside que probablemente se detectan solo después de infecciones naturales", explicó la FDA.
Por otro lado, un resultado positivo significa que es posible que la persona haya estado previamente infectada con el virus del SARS-CoV-2. Una vacuna COVID-19 también puede causar un resultado positivo para algunas pruebas de anticuerpos, pero no para todas. En cualquier caso, no significa tener una cantidad específica de inmunidad o protección contra la infección por el virus.











