La relación con los alimentos comienza desde la niñez y la influencia de los padres tiene mucho que ver en cómo los niños vivirán ese vínculo por el resto de su vida. En declaraciones a CNN, la dietista Carla Dueñas, del Baptist Health South Florida, ofreció consejos sobre cómo fomentar una relación saludable con los alimentos desde la infancia.
1. Más pronto es mejor
La especialista dice que es mejor comenzar a entrenar a los hijos lo antes posible, aunque por supuesto nunca es tarde. "Es mejor a los siete u ocho meses cuando ya están empezando a intriducir un poco más de sólidos. Saber que como padres nuestra responsabilidad es ofrecerle alimentos saludables, qué les vamos a dar de comer, establecer horarios, la rutina es muy importante para los niños".
2. La hora de comer es solo para comer
Muchas veces los niños quieren comer jugando o viendo televisión, sin embargo, esta no es una buena práctica. "La hora de comer es solo para comer, no para otras cosa", agregó Dueñas.
3. Que coman la cantidad precisa
Muchas veces los padres se esmeran en que los niños terminen todo del plato, no obstante, no todos tienen la misma capacidad. "Los niños también tienen una responsabilidad, que es dejarnos saber qué quieren comer y cuánto van a comer. Dejar que el niño elija realmente ayuda a que establezca una buena relación saludable con la comida, que sepa cuándo está satisfecho y decir 'es suficiente' para que cuando sean adultos no tengan problemas de comer de más".
4. No caer en trampas
Hay niños que se niegan a comer y al poco tiempo piden la comida que ellos quieren. ¿Qué hacer en ese caso? "Dicen que ya no quieren comer, se van a jugar y a la media hora piden comida favorita, como una galleta. No hay que darles poder. Hay que decirles que la comida ya pasó y si realmente insisten ofrecerles la misma comida que dejaron antes. Esto es para que sepan que no tienen esta alternativa de rechazar la comida y luego elegir que quieren comer", comentó la dietista.
5. No usar frases negativas sobre la comida
Dueñas dice que es mejor reemplazar las palabras negativas hacia la comida. En el caso de los dulces es mejor no decir cosas como 'esto no es bueno para ti' o 'esto es malo'. Esto hace que el niño piense que es prohibido y que lo quiere comer más. Mejor es cambiar el discurso a, por ejemplo, 'esto no te dará energía' o 'no te dejará jugar' o 'te hará dormir más temprano'. Por otro lado, darle el lado positivo a las comidas saludables como 'esto sí te dará energía', 'podrás correr súper rápido' o 'te hará saltar altísimo'. Poner los alimentos saludables con características que ellos valoren".











